Antigua historia de diamantes.

Extracción de diamantes en Sierra Leona.

Desde muy antiguo las personas siempre han tratado de sobresalir unas de otras, y en los diamantes encontraron la solución. Lo hacían para recalcar su condición, o simplemente por el buen gusto, por los diamantes. Los hombres encontraron la forma de tocar el corazón de las damas, haciendo de estos una gran variedad de regalos, los diamantes comenzaron a estar de moda, y rápidamente comenzó a funcionar todo el mecanismo que hay detrás de los diamantes.  Ya es muy sabido que ninguna mujer se puede resistir el esplendor y la majestuosidad de este tipo de productos con diamantes.

Su nacimiento histórico, como una piedra preciosa, comenzó en 1454, cuando Louis de Bernel se dedica a fabricar joyas de diamantes como la gran joya de esa época. Un gran admirador de los diamantes fue el Duque de Borgoña, Juan I, llamado Juan Sin Miedo, por sus innumerables combates en los que salió victorioso, este señor llegó a disfrutar tanto de la guerra, y gustaba tanto de los diamantes que, decoró sus armaduras con diamantes.  Muchos gobernantes y líderes militares comenzaron a creer que entrando en el campo de batalla con una armadura tachonada de joyas de diamantes no sólo se veía bien, sino que desmerecía el poder de los enemigos, y les invadía el miedo. Se creía que vistiendo dicha armadura,  se estaba seguro de conseguir la victoria. Es en este punto cuando los productos del diamante comenzaron la carrera como una joya, y que no sólo estaba rodeada de mitos, sino que fue también el deseo de los hombres para poseerlo y tenerlo en su casa.

Cullinam III y IV

Europa en la segunda mitad del siglo 19, se ha convertido en el centro de atracción por los diamantes, existía un deseo febril de todas las damas de la corte por obtener diamantes, e incluso los hombres no pudieron resistir tal debilidad. Ciertamente, todas las mujeres en su joyero personal tenían al menos un pequeño diamante, que lo usaban para decorado de sus cuellos delgados y luego vinieron los aros de diamantes y complementos de diamantes para sus grandes vestidos. Y esta tendencia de la moda con todos sus ornamentos, fue hecha pública, por la famosa amante del rey Carlos VII de Francia, Agnes Sorel, conocida como  “Dame de beauté”,  que apareció en uno de los eventos sociales mostrando una cantidad impresionante de joyería de diamantes. Es así como creó un estilo de moda también nombrado por ella, el estilo Agnes Sorel, que se usa para describir una forma de vestir "de princesa". Agnes Sorel también fue llamada una reina sin corona.

Durante la segunda mitad del siglo XIX en Europa, comenzó una loca carrera por la extracción de diamantes. Fuentes importantes de diamantes fueron descubiertas en el lado del sur de África. Por lo que, África fue inicialmente el principal  productor de diamantes del mundo. Junto  con esta producción se inicia en sus actividades la empresa «De Beers», en cuyo poder estaba, las  ¾ partes de los diamantes del mundo.

Anterior  a estos acontecimientos, los diamantes más antiguos del mundo vienen de la India. En los tiempos primitivos, la gente de allí usaba estas gemas exclusivamente para el desempeño de sus ritos religiosos. Decían que estaban dotados de propiedades mágicas, por lo que las estatuas de sus dioses estaban decoradas con diamantes.

Joyas de la Reina Isabel.

También existe cierta evidencia histórica de que en los países europeos los diamantes empezaron a

llegar a diferentes lugares de Europa durante el siglo V a.C. Sin embargo, la fabricación de joyas parta la gente comenzó mucho más tarde, en algún lugar hace 550 años. En ese momento, existía una forma muy primitivas para cortar las gemas.

La existencia de los diamantes llegados a Europa, era en muy raras ocasiones y en muy pequeñas cantidades. Estos eran llevados por mercaderes y comerciantes, como también por los viajeros. Las piedras preciosas de la antigüedad no tienen ninguna relación a como son hoy,  eran muy poco pulidas, y con muy pocas facetas, las que con el tiempo se fueron perfeccionando hasta llegar a ser como son hoy en día.

Escrito por: Alejandro Glade R.